El dinero atrae dinero
29 de mayo, 2020Cómo el movimiento del dinero atrae dinero y abundancia
«Cómo el movimiento del dinero crea abundancia» es el nombre anterior de este artículo que escribí y publiqué en abril del 2013 en mi anterior y desaparecido «Blog de Rebeca». Fue un artículo que gustó mucho y es por ello que lo he recuperado y hoy lo ofrezco a todos ustedes en este otro sitio «Homo Supremus». Espero que te guste mucho. ¡Disfrútalo! |
Lucía y Mario quieren comprar una casa un poco más grande de la vivienda en la que ahora viven. No tienen hijos y les gustaría tener espacio para sus placeres.
Mario dirige su propia empresa de tres empleados y Lucia trabaja por cuenta ajena.
A Mario le gustaría tener una habitación solo para él que signifique su sala de operaciones, provista de todos sus aparatos de última tecnología, su mesa de trabajo con el ordenador y un espacio para oír música y ver cine, una de sus pasiones. Al mismo tiempo, le gustaría tener una bicicleta estática en ese cuarto, además de una bicicleta elíptica.
A Lucía le gustaría tener un cuarto de baño para ella sola, con plato de ducha-masaje además de una bañera jacuzzi para relajarse en ella tras su jornada de trabajo y durante esos fines de semana en los que no tienen ninguna cita con amigos o familiares.
Ana y Diego se han separado. Viven actualmente en una vivienda grande que han puesto en venta. A Lucía y a Mario les encanta esta vivienda pues, después de haber visitado muchas, esta es la que cumple con las condiciones exactas para hacer realidad sus sueños.
Además, esta casa se vende por un precio inferior del que ellos estaban dispuestos a pagar, dada la premura de la pareja propietaria por vender. Eso hace que les quede algo de dinero extra para poder hacer las obras adecuadas hasta convertirla en la casa que deseaban.
Con la venta de esta casa, Ana y Diego no ganan una gran cantidad de dinero tras cancelar la hipoteca que tenían suscrita con el banco, pero se contentan con una cantidad que deben dividir entre los dos, pues una etapa de su vida acaba con este acto y otra nueva nace.
Diego toma parte de ese dinero para hacer el viaje con el que su cabeza no paraba de darle vueltas desde hacía un tiempo, en el que realizaría la actividad deportiva que más le apasiona; otra parte del dinero se la ofrece a su sobrino, que quiere montar un negocio.
En este viaje tan particular, Diego deberá tomar varios vuelos hasta llegar a su destino. Uno de estos vuelos será un servicio de avioneta que debe contratar in situ así como el servicio de un guía con todoterreno.
Para realizar dicha actividad, es necesario contar con la ayuda y el trabajo de los pobladores de la zona, quienes lo hacen con orgullo y mucha pasión, puesto que con el dinero y otros extras que este tipo de actividad les genera, se alimenta el poblado entero durante dos meses.
Ana toma un piso de alquiler y, aunque le gusta viajar, no lo hace. Destina gran parte de la cantidad de dinero que le correspondió por la venta de la casa a comprar muebles nuevos, a pesar de disponer de los suyos propios, los cuales regala.
Ella es sabedora que los cambios son buenos y que un mueble contiene también en sí una invitación a una nueva vida, con nuevas energías. El hecho de comenzar en este nuevo piso, con elementos recién comprados, le da un empuje tremendo para otros cometidos en su vida.
Estas cuatro personas decidieron apostar por quererse, por sentir que están en un momento de abundancia y de florecimiento a pesar de que ninguno de ellos sabe qué ocurrirá mañana, si tendrán o no trabajo y si ese dinero que los cuatro podían haber guardado, les hará falta tal vez un año más tarde.
Si Mario y Lucía no hubieran comprado la vivienda de Ana y Diego, estos no habrían podido alquilar sus propios pisos.
Diego no habría podido contratar ese viaje, ni contratar aviones, ni alquilar el todoterreno, ni guías, albergues, ni contar con la ayuda de la gente de un poblado para que él pudiese realizar su sueño. Y estos lugareños no habrían tenido esa abundancia que les habría provisto la actividad de Diego por ese tiempo de dos meses o más.
Su sobrino estaría aún esperando a que alguien creyese en él para abrir su negocio.
Ana no habría comprado ningún mueble y el piso que estaba vacío podría haberse alquilado por otra persona o tal vez no, pues llevaba tiempo esperando ser habitado.
Si ni Mario ni Lucía se hubiesen atrevido a hacer obras por si acaso mañana no les fuera bien, no habrían contratado obreros, ni estos habrían ido a la fábrica a adquirir el material necesario para su tarea.
Tampoco se habrían vendido ni las bicicletas ni el plato de ducha-masaje ni el jacuzzi, así como todos los elementos decorativo-funcionales que la pareja quería tener en su casa.
Si hubiesen guardado el dinero por si acaso, ninguno habría hecho un cambio y no habrían apostado por su propio placer.
Mañana puede ser tarde para experimentarlo.
El dinero necesita movimiento y solo ese movimiento genera abundancia para quien lo mueve y para todos los implicados por ese movimiento.
La crisis no es sino una respuesta a un miedo subliminal.
Más miedo, más crisis.
Estoy segura de que muchos de nosotros nos hemos visto implicados en algún momento de nuestra vida, como por arte de magia y sin pedirlo, en una abundancia, sea la que sea, que nos ha sido dada por otros de manera indirecta.
Eso es abundancia también y además, es una señal de que estamos aprendiendo a recibir.
También es una señal de que empezamos a comprender el lenguaje del dinero.
Gracias y disfrutemos queriéndonos, cada uno a sí mismo.
Ruth Morales
Hola a todos.
Este es ese artículo que gustó mucho en su momento, en abril del 2013. Como vemos, se adapta a cualquier tiempo y hoy podría encajar en los momentos que estamos viviendo.
Les invito a que comenten algún momento en el que hayan sentido esa abundancia venir, como si nos cayera del cielo, a modo de testimonio, siempre que, por favor, tenga que ver con lo que se está diciendo.
Yo no responderé pero sí leeré todo lo que se diga.
Gracias siempre y a disfrutar.
Ruth Morales
Hola Ruth.
Te cuento una historia real que sucedió entre un agente inmobiliario y un inversionista:
El inversionista tenía un problema, contaba con varias propiedades sin rentar, una de ellas (la que más le preocupaba), era una oficina en obra gris, ubicada en el piso más alto de una importante torre corporativa de la ciudad.
El agente inmobiliario le ofreció sus servicios al inversionista y le sugirió adecuar la oficina para diferenciarla, ya que la mayoría de las oficinas de esa zona se ponían en renta en obra gris (sin adecuar).
El inversionista no quería invertir más dinero en la propiedad, a menos que el agente inmobiliario, le llevara una empresa interesada en rentarlo.
En ese caso, el inversionista estaría dispuesto no sólo a adecuar la oficina, sino también a ofrecerle al agente inmobiliario más dinero, entre más años de renta le contrataran, y a su ves, ofrecería a la empresa una renta más baja, si la rentara por más años.
El agente inmobiliario estaba frente a una gran oportunidad de ganar dinero, sin embargo, tenían un problema: anunciar el inmueble en la condición actual (en obra gris) no lo posicionaría en los portales de anuncios inmobiliarios, ya que todas las oficinas se anunciaban en renta en obra gris y su inmueble no destacaría de la gran mayoría.
Ante tal situación, el agente inmobiliario decide pagar los servicios de un arquitecto, quién le diseña un proyecto y un video 3D, donde se podía apreciar perfectamente bien cómo quedaría la oficina una vez adecuada.
Unos meses más tarde, el agente inmobiliario logra rentar la oficina por varios años, acto que beneficia al inversionista (renta el inmueble), al agente inmobiliario (gana más dinero de lo que invirtió en el proyecto de arquitectura) y a la empresa (renta una oficina adecuada y con menos precio de renta).
Además de otra serie de beneficios económicos que sucedieron tras este acto, como el pago de honorarios al arquitecto, el dar trabajo a personas de la construcción (albañiles) que adecuaron la oficina, así como la venta de los materiales que se usaron para la adecuación de dicha oficina.
Esto sería un buen ejemplo de lo que comentas en el post, de que el dinero atrae dinero, y cómo la generosidad y confianza en la vida de estas tres personas (el inversionista, el agente inmobiliario, la empresa que rentó la oficina) lograron generar un beneficio económico para varias personas.
Gracias.
Marcela González.