Cómo ser superior
18 de diciembre, 2018«El arte de ser superior» es un libro que invita a una reflexión profunda sobre cómo nos comunicamos con el entorno.
Arrancamos con este blog llamado «HOMO SUPREMUS» con este artículo.
¡Que seas bienvenido!
No importa si somos cultos o no, o si bien hemos tenido una educación exquisita o tal vez, si crecimos en un lugar en donde las malas costumbres y bajos modales de comportamiento, imperaban.
Hoy somos todos adultos y vivimos en una sociedad que pertenece a lo que es llamado «el mundo desarrollado o capitalista». Todo lector de este blog y de lo que yo he hecho hasta ahora bajo el nombre de «Cambio de Realidad» viene de o vive en el mundo capitalista.
Esto es lo que nos une.
Este mundo invita a que todos seamos iguales, apostando por una educación (formación) igualitaria, por una información adecuada de hábitos higiénicos y saludables y premiando el conocimiento, así como la competencia.
Sin embargo, no todos somos iguales. Incluso, dentro de una misma familia, nos encontramos con algún miembro que «no es igual a sus parientes».
Bajo el nombre de «El arte de ser superior» trato el tema de «poder ver y vivir la realidad» desde un prisma más amplio y elevado que el de tu entorno. Este prisma no se adquiere viajando a países lejanos, ni siquiera viviendo en ellos. Este prisma no te lo da el aprender lenguas extranjeras o el estudiar una carrera universitaria, hacer másters especializados o dedicarte a comprender la psique humana.
Tampoco te lo da, por ende, ni la religión ni la ciencia y cuanto menos, las corrientes nuevas en tendencia sobre espiritualidad, conciencia, desarrollo personal, emocional y demás ramas, muchas de ellas salientes de la propia ciencia, cuya base son las matemáticas.
Todo eso es necesario para que la vida continúe en las sociedades modernas y todo lo anterior dicho tiene su propia función. Y como tiene una función, es necesario que las personas hagan uso de ella y entonces, es cuando se forma el círculo necesario para que haya vida, movimiento, realidad, a fin de cuentas.
«La realidad no sería tal si no hubiera necesidad de la herramienta (cualquier medio es una herramienta). El ser humano la necesita y la herramienta aparece en la vida.
Esto simboliza un círculo, que en su rodar, crea más círculos, convirtiéndose en espirales que, al final, se vuelven invisibles y que estudiamos como si hubiesen sido necesarios para nuestra evolución, mientras que el objeto del estudio siempre es el ser humano».
Un ejemplo de lo anterior dicho es cuando tienes un deseo de algo, muy fuerte. ¿Es tuyo ese deseo? ¿Naciste con él? ¿Hay muchas personas que desean lo mismo que tú?
Antes de que deseáramos lo que deseamos, ya había nacido la herramienta o el medio para que nuestro deseo se hiciera realidad. O, tal vez, todo ocurrió al mismo tiempo pero nosotros solamente podemos percibir que primero vino la necesidad de crear el deseo y luego, lo deseamos.
¿Te sientes tú como los demás? ¿Deseas lo mismo que los otros?
El arte de ser superior se aprende y va dirigido a personas que siempre «se sintieron» por encima de las circunstancias, aunque en esta realidad no hayan podido expresarse tal cual son, dada la falsa moral y el juicio del bien y el mal que aquejan por las esquinas y que etiquetan al ser superior como soberbio, demasiado inteligente, demasiado fuera de esta realidad y además, polémico.
No somos todos iguales y si tú, lector, estás pensando en que esto es soberbia que indica que «uno se siente más que nadie» (interpretación totalmente pueril pero esperada), que estas palabras no son divinas ni dignas de ninguna persona evolucionada, es que no eres superior para comprender lo que en este blog y en el libro «El arte de ser superior», se dice.
¡Ah! Se me olvidaba.
El ser superior usa el sentido común. El sentido común es, a partir de ya, una inteligencia superior frente a la inteligencia media, corriente de todos los habitantes normales del mundo.
El sentido común es hoy harto necesario para todos los seres humanos que no se sienten identificados con tanta simpleza humana.
Y aquel que juzgó como horrible lo que he detallado más arriba, tiene una inteligencia común y no solo eso, sino que está dominado por ella. No pasa nada. Todos estamos identificados con algo y por eso, no podemos ver la diferencia entre la identidad y aquello con lo que nos estamos identificando, pues somos la misma cosa.
Se trata de dirigirme a aquellos que no sienten una identificación fuerte por casi nada en la sociedad actual.
Estas personas, si hacen uso del sentido común, ya están situadas en una posición superior.
A ellos me dirijo.
Este blog que abro con este artículo tratará sobre temas cotidianos que pueden ser salvados, sencillamente, aprendiendo el arte de ser superior.
¡Gracias por estar aquí y por tu excelencia!
Disfruta de la vida.
Ruth Morales
El sentido común es el menos usado…porque es común=como-uno
Gracias Marcela.
Hola Ruth! Contenta de esta nueva perspectiva para refleccionar, puesto que a diario me tropiezo con falta de sentido comun y esto a veces me desespera! Gracias y a seguir contigo! Rosalba
Gracias Ruth!
Gracias a todos por las aportaciones.
Disfrutemos siempre.
Ruth Morales
Querida Ruth:
Tengo en mi mesita de noche «El arte de ser superior». También «Homo supremus». De vez en cuando los abro y releo alguno de los párrafos que he subrayado, como suelo hacer con todo tu material. Los tengo ahí como referente para esa nueva mirada que se desarrolló en mí hace tres años, cuando te conocí personalmente, y también tu trabajo.
Solo puedo seguir dándote las gracias. Un GRACIAS con mayúsculas por tu coherencia y por todo el material que ha dado forma a esta comprensión.
Como dijo un tal John Ray: «Ver es creer, pero sentir es estar seguro». Y yo hago mías esas palabras especialmente después de sentir esta «percepción». Ya no solo te creo sino que estoy segura, aunque nunca lo dudé.
Un abrazo
Mar Casas