El ser superior y el extraterrestre
16 de enero, 2019Cuando me incliné por escribir el libro «El arte de ser superior» y su segunda parte, «Homo Supremus. La nueva especie humana», no lo hice de manera impulsiva sino como resultado de un tiempo largo de comunicación con el entorno durante el que he estado transmitiendo todo lo que abarca «Cambio de Realidad», la vida misma desde una posición superior a ella misma.
Esto parece incongruente y de hecho, lo es para nuestro cerebro. Sin embargo y volviendo al motivo por el que escribí dichos libros, me voy dando cuenta de que hay personas, no muchas pero las hay, que están preparadas para «estar por encima de dicha incongruencia» y por tanto, de COMPRENDER más allá de un simple ejemplo.
Si cualquier lector observa lo que voy publicando en las redes, dígase Facebook, comprobará que cuando escribo algo, suele haber reacciones (comentarios) que no tienen nada que ver con lo que estoy diciendo.
Siempre me han dicho que detrás de un solo comentario, hay decenas de ellos en silencio. Lo que quiere decir que, si una persona se asoma, hay muchas más en la sombra, observando en silencio pero sin querer ser vistas.
Esto es el ejemplo más claro de toda mi transmisión. Si pagara a alguien porque fuera un ejemplo de lo que transmito para convencer a los demás, yo no lo habría tenido tan fácil.
Sin embargo, la misma vida se refleja a sí misma, devolviéndome el ejemplo de manera gratis y pública, para que esté a la vista de «quienes sean capaces de verlo».
«Normalmente, publico una frase a simple vista fácil, la cual desata comentarios de personas analizando y describiendo la frase, no desde donde Dios les dio a entender (lo cual atenúa la simpleza) sino con total convencimiento, sin darse cuenta de que me están posicionando a mí y a los que comienzan a comprender cómo funciona el programa de la realidad, en una posición superior desde la que puedes verlos a ellos, totalmente convencidos de saber lo que están diciendo, creyendo haber entendido la publicación (grave), alzando su voz en casa ajena sobre algo cuyo origen e intención desconocen».
Eso sería curioso si no fuera porque es lo habitual y lo corriente para que la vida siga adelante. Por lo tanto, no podríamos verlo como algo curioso. Aquí radica una pista.
Y yo me pregunto una cosa.
«¿Nos podemos dar cuenta de cómo funciona la sociedad, movida por la política, por ejemplo?»
Si ante una frase simple, saltan espontáneos dando su parecer «sin saber desde dónde salió esa frase», ¿cómo nos podemos sorprender que la vida haya sido gobernada siempre a base de engaños por medio del poder?
Es lo mismo. Siempre es lo mismo.
Las personas creen entender y son movidas constantemente por medio de cualquier poder, desde los medios de comunicación hasta la política y más, mientras creen estar comprendiendo y teniendo el poder de la opinión.
Esto avala lo que transmito.
El mundo se mueve por la simpleza humana. Jamás habrá una civilización de inteligentes o de seres superiores porque no habría un punto de referencia desde el cual ser inteligente o superior, por lo que seríamos todos corrientes, es decir, simples, lo cual tampoco tendría un punto de referencia, pues todos seríamos iguales, lo cual es imposible en una realidad de naturaleza física».
Hace falta de la simpleza para que la rueda se mueva y esto no es una mala noticia, puesto que el simple ni se entera de lo que estoy diciendo (cuando hablo del simple, me refiero a la mayoría identificada con los programas vigentes colectivos. Aquí entran también quienes se enfrentan al programa colectivo pues, para enfrentarse, tienen que ser el programa).
El ser simple se enfadará y/o volverá a dar su opinión para luego olvidarse, una vez haya etiquetado lo que se ha publicado, quedándose a gusto por haber tenido la oportunidad de alzar su voz mientras, una vez más, está dando la razón a lo que transmito.
Sin embargo, yo me dirijo a otra persona y es a ella a quien le vienen bien estas palabras porque la ayudan a comprender dónde está y por qué ocurren las cosas que ocurren y sobre todo, comprenderá que no somos todos iguales, algo que parece dañino decir, de tan evidente que es, como cuando tratas de mirar al sol, sin gafas de sol.
Para acabar, vayamos con un ejemplo, el del extraterrestre.
Imaginemos que viene un extraterrestre a la Tierra. ¿Qué hacemos los seres humanos?
Lo primero que hacemos es asustarnos (reaccionamos en contra para preservar nuestra integridad, aunque esta no sea física sino nuestra manera de ver la vida).
Luego, lo describimos. Vemos que es alto o bajo. ¿Desde dónde podemos hacer ese análisis?
Solamente desde nuestro punto de referencia de lo que es ser alto o bajo hoy, en nuestra sociedad. No existe otro programa sino ese.
(Aquí vemos el paralelismo de lo que he dicho en esta publicación, de cuando las personas no se dan cuenta de que están hablando desde un programa, el del colectivo y no se paran a pensar desde dónde habla el que publica, que es lo mismo que observar al extraterrestre para ver si trae una comprensión o no, en lugar de observar «su aspecto» desde donde únicamente lo pueden observar).
Vemos si tiene ojos, brazos, etc. y lo describimos. ¿Desde dónde buscamos esos ojos y brazos? Desde el modelo que nosotros tenemos como vehículo humano: nuestro cuerpo. No hay otro, por lo tanto, no podemos ver lo que no existe en nuestra realidad.
Al final, una vez diseccionado el extraterrestre, ya le ponemos el nombre de extraterrestre, puesto que ha venido de un sitio fuera de esta Tierra. ¿Desde dónde declaramos esa afirmación? Desde la Tierra, el espacio que habitamos. Cualquier cosa que no sea ella, está fuera de ella pero solo podemos observarla desde ella.
Mientras tanto, el extraterrestre se está partiendo de la risa pues él mismo se disfrazó con ese atuendo para que pudiéramos verlo y además, exageró el atuendo para que nos diéramos cuenta de que no era un igual a nosotros, en tanto que su mensaje está dentro de la escafandra, la cual no podemos ver, puesto que el mensaje no tiene similar en nuestra realidad.
Solo lo puede ver un ser humano más inteligente que la media y más educado que la media (madurez y empatía), lo cual no significa que entienda el mensaje pero sí significa que se ha dado cuenta de que nadie vio el mensaje. Significa que ha visto la simpleza humana.
Y eso es lo que te ha pasado a ti, lector, al comprender desde dónde hablo y lo que quiero transmitir y ver las respuestas del resto, tan lejanas al mensaje como lo está el extraterrestre de los terrestres asustados.
Espero que con este ejemplo se haya comprendido por qué me dirijo a un ser superior.
¡Gracias y sigamos disfrutando de la vida!
Ruth Morales
GRACIAS.
Hola Ruth, gracias por aportar tanto, y de paso gratis, al menos para mi. He adquirido 2 libros tuyos y me han resultado de mucha ayuda. Espero tener la oportunidad de leer los nuevos, que de entrada lucen fenomenales.
Un abrazo
Maravillosa explicación, gracias Ruth .
Gracias Ruth, genial . ¿ Qué te voy a decir ? , Pues que me encanta , ya lo sabes.