Pido perdón
5 de julio, 2019Pido perdón porque siento que soy mala persona, pues quizá sea poco solidaria con el mundo, intolerante, inconsciente, individualista y poco sostenible, de acuerdo a todo lo que enumero a continuación.
Gracias por prestarme atención, pues la necesito. Pido perdón, de verdad, por todas las razones que vas a leer a continuación.
1. Pido perdón por ser una persona y no un animal, una lechuga, una molécula de aire, un mantra, un vacío o una flor.
Pido perdón por haber nacido persona humana y por todas las consecuencias desastrosas que el ser humano trae consigo.
2. Pido perdón por atender a mis amigos y a los hijos de mis amigos como algo sagrado.
Pido perdón por atender a quienes están en mi entorno y que este acto quizá me aleje de salvar a las abejas, a las ballenas de Australia y a preservar el planeta del cambio climático, pues no puedo abarcar todo.
¡Perdóname, Madre Tierra!
3. Pido perdón por no reciclar el plástico, el papel, lo orgánico, el vidrio, pues en mi cocina no hay hueco ni para un solo cubo de basura, al ser una vivienda hecha a medida del siglo XXI, preciosa, pequeña, acogedora, pera sin espacio para ser un ciudadano del siglo XXI que debe colaborar con el medio ambiente.
Pido perdón porque sé que esto no es un argumento para no reciclar, una excusa más, pero sí que es una molestia que me causa estrés. Pido perdón por ser tan débil y por no esforzarme en reciclar.
4. Pido perdón por ser mujer y por no acudir a las marchas feministas, por no reivindicar mis derechos y por no luchar en pos de la igualdad entre hombres y mujeres.
Pido perdón porque el hecho de ser mujer hoy, es un trabajo extra bastante agotador que me exime de dichas manifestaciones al no poder con todo, pero eso no está ni reconocido ni remunerado y nadie me lo tiene en cuenta.
Pido perdón por ser mujer, de todo corazón, a todas las mujeres del mundo.
5. Pido perdón por no usar zapatillas deportivas cuando uso vestidos y faldas. Prefiero los zapatos de tacón porque me siento mejor. Pido perdón por ello y por no consumir dicho calzado y no ir a la moda.
6. Pido perdón por gustarme los hombres que me hacen sentir mujer, que me hacen sentir bien, excelente. Esos hombres que me abren la puerta del coche, que me hacen pasar delante de ellos, que cuando están conmigo, están conmigo, que no hablan de manera vulgar delante de mí.
A esos a quienes les gusto como soy y quienes me cuentan lo que sienten sin tener que usar vocablos ordinarios.
Aquellos que me cuidan y que quieren que yo disfrute, aquellos que me tratan como una mujer y no como un igual: un hombre, puesto que yo no soy un hombre.
Pido perdón por sentirme atraída por esos hombres.
7. Pido perdón por respetar en demasía a los animales, por dejarlos vivir en su entorno y por no aprovecharme de ellos, de todo lo bueno que nos pueden dar.
Pido perdón por no tener una mascota, a pesar de que son tan bellas, pues no tendría el tiempo de dedicarme a ellas tal cual se merecen y no como yo crea que merecen, como si fueran seres humanos..
Pido perdón a todas las mascotas del mundo.
8. Pido perdón por haber matado a muchos insectos, por haber pisado y aplastado a millones de hormigas que, sencillamente, se buscaban la vida sin molestarme.
Pido perdón por haber tomado antibióticos y matar a todas esas bacterias que también tenían derecho a vivir dentro de mí.
Pido perdón porque soy un ser humano y como tal, soy débil y compito por vivir. Pido perdón por ello, de todo corazón.
9. Pido perdón por haber dicho en silencio alguna calumnia cuando he pisado una caca de un perro en la calle, sin darme cuenta de que estoy siendo intolerante frente a un ser vivo que roza la humanidad o que es más humano que yo.
Lo siento de verdad si he ofendido al dueño o familiar de la mascota cuya caca pisé y extendí por el suelo.
Pido perdón a esa mascota, por no considerarla un igual.
10. Pido perdón por ser heterosexual (quiero decir que, en lo sexual, me gustan los hombres) y por no sentirme orgullosa de ello.
No sé lo que es el orgullo en este caso, por eso pido perdón a todos los heterosexuales por no compartir ese orgullo de ninguna manera.
No tengo perdón, ya lo sé, por eso estoy arrepentida.
11. Pido perdón a los homosexuales, porque, de yo serlo (nunca se sabe), no me sentiría orgullosa de ello ni me vería obligada a decirlo a los cuatro vientos mientras otros hacen caja de esa manifestación sentimental tan pueril como tierna.
Sencillamente, sería homosexual y no sacaría ningún jugo de esa condición o sentimiento.
Por ello, pido perdón, de todo corazón, por no manifestarme como homosexual y ser tan individualista.
12. Pido perdón por comer de todo, por no acudir a bares/cafeterías detox, donde ni siquiera hay una Coca-Cola refrescante, por si acaso los clientes quisieran intoxicarse.
Pido perdón, de todo corazón, a todos los que nos dan los caminos para desintoxicarnos, porque nos quieren ayudar a quitarnos la putrefacción que tenemos en el alma y en el cuerpo.
Sé que, con este acto tan egoísta, dejo de aportar valor a esos comercios, no ayudando a su crecimiento.
Y esto no se puede tolerar. Todos tenemos derecho a vivir y a crecer.
Pido perdón por no consumir zumos de frutas y/o verduras que desintoxican mi cuerpo, por esta manera de vivir y de pensar tan anticuada y egoísta y sobre todo, tan retrógrada.
13. Pido perdón por gustarme el vino, el de mi tierra, España, el de Argentina, el de Chile, el de Sudáfrica, el de Brasil, el francés, el italiano y todos los vinos del mundo que haya podido probar.
Me vuelve loca, me hace experimentar un mundo diferente, exquisito, quizá poco sostenible pero, por ello, hoy pido perdón por gustarme esa bebida tan rica y divina que me ayudar a vivir la vida, a fin de cuentas.
Pido perdón a Dios por este gusto mío tan distorsionado, excepto a Baco, que me entenderá.
14. Pido perdón por comprar alimentos envueltos en plástico (he de reconocer que lo hago más de lo recomendable por cualquier institución medioambiental). Sé que no cuido el planeta pero me quita estrés y sonrío más a los demás al tener menos responsabilidad.
Reconozco que es horrible lo que digo, por ello, pido perdón aquí y ahora, ante todos (con dos narices, como se dice, con la verdad por delante).
15. Pido perdón por conducir mi propio coche y no ir en patinete, bicicleta o en transporte público por mi ciudad, ayudando con esto a la contaminación.
Espero que el dinero que pago por las tasas del combustible, por el impuesto anual que pago por mi coche, por los impuestos que salen de la inspección técnica del vehículo, los múltiples arreglos del coche y multas varias impuestas sin orden ni concierto, aporten algo a la sociedad porque no tengo perdón, lo sé, por conducir con mi propio vehículo, habiendo trasporte público y patinetes a mi alcance.
16. Pido perdón por que mi coche no sea eléctrico, quizá un poco viejo y que con este acto tan criminal, contamine al resto de ciudadanos, según lo que dicen las instituciones que nos gobiernan, que cuidan tanto de nuestra salud y que no paran de trabajar y de rezar por nosotros.
Quizá pueda estar yo aportando contaminación a mis conciudadanos, aquellos que creen que morirán por asfixia o por cáncer causados por los gases de mi coche, entre otros.
Lo siento de verdad.
Espero que mis impuestos vayan a la investigación médica para salvar esas patologías o bien, que yo obtenga absolución después de muerta, cuando San Pedro me vea y sienta compasión de mí.
No tengo perdón pero lo pido porque soy débil y estoy cansada de luchar para vivir de manera normal. Perdón por lo que acabo de decir.
17. Pido perdón por NO compartir publicidad de los medios de comunicación en las redes sociales. ¡Hay tantas noticias que no me interesan! Perdón por lo que acabo de decir.
Como no conozco las noticias de actualidad, no comparto nada (violencias de todo tipo, desapariciones, estafas, logros, premios, según me cuentan de vez en cuando).
Además, prefiero compartir lo que yo siento o experimento pues esa es mi verdad, mi vida y no tengo tiempo para lo otro..
Siento mucho romper esa cadena, al menos por mi parte. Sé que otros lo hacen de manera totalmente voluntaria y altruista y por eso, yo no tengo excusa.
Por favor, perdónenme, redes sociales y medios de comunicación oficiales, por ser tan poco solidaria.
18. Pido perdón por no ondear ninguna bandera, ni siquiera la española, a pesar de ser un país de disfrute y de belleza, como casi todos, el cual me atrae sobremanera.
Tampoco ondeo la de mi tierra, la bandera de las islas Canarias, a pesar de ser un remanso de buen clima que nadie conoce bien, sino el que lo conoce.
No pongo lazos, no canto himnos, no me disfrazo, sencillamente vivo y disfruto de lo que tengo.
Pido perdón si con este acto tan asqueroso ofendo a mis compatriotas. Yo solo disfruto de España. Y disfruto de las islas Canarias (de Gran Canaria, en concreto, donde nací y crecí).
Y quizá haya nacido con la falta del sentimiento nacionalista o tal vez, un terapeuta me diga que lo tengo escondido, sin ser expresado. Puede ser.
Pido perdón por ser tan desagradecida al no expresar mi nacionalismo.
19. Pido perdón por no recitar mantras, por no hacer yoga, por no haber ido nunca a terapia (quizá me ha costado más, pero la terapia me la he hecho yo misma, a base de vivir desde el sentido común).
También lo pido por no meditar, por no abrazarme a un árbol para darle las gracias por estar allí, por no tomarme ninguna planta alucinógena y limpiar mis males o conectar con otras dimensiones, que buena falta seguro me hará.
¡Cuánto he pecado!
Sencillamente, yo disfruto desde mi simpleza y por ello, pido perdón.
Pido perdón por ser tan simple al únicamente querer vivir en paz.
20. Pido perdón por ser tan poco humana al no compartir en las redes los vídeos de triunfos y glorias de personas con discapacidad, de las gracias de los gatitos y demás seres hijos de Dios.
De verdad que pido perdón por no contribuir a esa difusión. Sé que Dios me perdonará.
21. Pido perdón por no pensar de manera positiva, por ver las cosas como son, por vivir de manera alegre sin ser positiva, por no leer libros de autoayuda ni espirituales, por no asistir a eventos que me motiven, por sonreír todo el tiempo e intentar hacer que los demás disfruten a mi lado.
Pido perdón a todos por ser tan poco consumidora de estas actividades.
Pido perdón ante Dios por no contribuir a esa abundancia.
22. Pido perdón por no haberme hecho hacer un tatuaje. No he sido consciente de lo importante que eso habría sido para mi ser, para mi esencia. Pido perdón por este descuido.
23. Pido perdón por escribir los sustantivos en el género masculino y no sentirme obligada a escribirlos de cualquier manera para evitar escribirlos en masculino, puesto que, de momento, la norma lingüística del español es así.
Pido perdón por ser tan idiota, por no tener personalidad al seguir a rajatabla lo que en la universidad me enseñaron.
Pido perdón por tampoco escribir la tan en tendencia arroba @ para referirme a «todos» ni inventarme palabras neutras para evitar el masculino («todes»), que esconden una imperfección o complejo de lo femenino.
Pido perdón por no tener ningún complejo de ser mujer.
No me siento humillada ni menos mujer y menos persona por seguir la norma.
Sé que es una osadía por mi parte, pues no soy sino una diminuta parte de este macrouniverso, pero pido perdón por no luchar en contra del lenguaje sexista y en favor del lenguaje neutro.
¡Perdónenme, mujeres! Les aseguro que no soy peligrosa. Solo solo un grano de arena invisible, que cree no hacer daño a nadie.
24. Pido perdón por no pertenecer a ningún club, por no ser espiritual y no apuntarme a ninguna corriente cultural, científica o de otra índole.
A veces me quejo en silencio viendo cómo paso el tiempo ocupándome de mí, por eso pido perdón, aunque esto es una excusa barata, por no pertenecer abiertamente a ningún colectivo.
Soy muy egoísta. Espero que el Universo me perdone y me comprenda.
25. Pido perdón por no asistir a ninguna carrera solidaria y no contribuir a entorpecer la vida de los ciudadanos que no pueden usar la calzada para llegar a sus trabajos o salir de su casa.
Esas carreras tienen sentido, es importante que todos nos unamos.
Con mi ausencia, yo no colaboro en difundir las marcas de las empresas patrocinadoras, que siempre están ahí, en toda carrera para apoyar el bien y darnos la oportunidad de que nuestra voz sea oída.
No me gusta correr. Sé que es una debilidad deleznable y que no es un motivo apropiado, puesto que habrá miles de enfermos corriendo en pos del bien y en contra del mal.
Pero yo me escondo para no asistir porque me asusto cuando estoy entre mucha gente.
Este es mi mal.
Por mi culpa, hay uno menos que hace bulto, una voz menos para impedir el ritmo normal de una ciudad y que no fastidia a sus habitantes.
Lo siento de verdad, estoy arrepentida y pido perdón, de rodillas, por ello.
Pido perdón por egoísta, por inconsciente, por mi intolerancia, por no ser feliz colaborando para esos fines, por ocuparme de mi alegría, de mi bienestar y de los que están en mi margen de acción.
No me considero una persona digna del siglo XXI.
Pido perdón a Dios por haber nacido en esta época, a la cual no estoy sirviendo.
Lo hago de rodillas, mirando al Cielo, rendida y sintiéndome humilde por un rato.
¿Dónde está mi sitio?
He pedido perdón… Y ahora, ¿qué hago?
¡Gracias por disfrutar de la vida, por tu inteligencia y por tu educación!
Ruth Morales
Pido perdón….¡Eternamente gracias!
Hola Ruth.Sinceramente no he llegado a leer todo y no voy a hacer un comentario ,puesto que no sé que decir.Un abrazo.
Pido perdón, no tengo la inteligencia suficiente. Algo quebró mi cabeza y muy pocos lo podrán visualizar. Mientras tanto, a seguir disfrutando. Gracias Ruth por el regalo de estas líneas.
Estimada Ruth,
Millones de gracias por este Post, es sencillamente impecable. Yo también pido perdón porque soy pecadora en todas estas cosas que has enumerado. Espero que Dios me perdone, y sé que lo hará porque solo soy una persona que VIVE.
Gracias Ruth, por todo lo que nos das.
C.R.